Tengo un par de discos, sobre todo uno que compré en el rastro la semana pasada, que reproduciéndolo con el peso estándar de la aguja (una elíptica de Thakker puesta a trabajar con un peso de 2-2,5 gramos), me da un sonido del disco así como un poco arenoso (es decir, no son clics de arañazos, sino un siseo más o menos continuo, sin llegar a eso "fssssxx" que hacen cuando se han puesto con una cápsula cerámica, un zafiro desgastado y una moneda de cinco duros encima).
El caso es que, me dio por probar una de esas cosas al ensayo y error y que, hechas sin justificación alguna, suponen una enérgica reprobación en este foro
, puse el contrapeso a 5,5 gramos: y el caso es que el disco comenzó a sonar casi como si estuviese impoluto (ese sonido arenoso es apenas imperceptible).Entonces, no sé si es un defecto de prensaje de esos tipo ser un prensaje poco cuidado y de ser de las últimas copias que se prensasen con la matriz; o si por el contrario es que el disco pudo reproducirse mucho en su momento. No tiene signos aparentes de maltrato (como esos que los ves al transluz y tienen un color gris como de tener los surcos excavados, pero tampoco está negro inmaculado). Luego está la cosa de que los discos de la Olympo, tengo bastantes que en las transiciones entre canciones se nota un sonido como de arrastre de aguja que me hace pensar que los prensajes en líneas generales eran bastante mediocres.
El disco en sí tiene un valor nulo, pero forma parte de mis perversiones musicales: Se trata del primer disco sacado por la Olympo, con un cover bastante chusco del "Amanece" de Jaime Morey, y otro tipo de perversiones que me molan, porque son de esas grabaciones que no se van a volver a reeditar jamás casi seguro.
