El tantalio o tántalo es un material obtenido del coltan, mineral también conocido como columbita-tantalita. Con él se fabrican los condensadores conocidos como de tántalo, los cuales son muy empleados en equipos modernos, como teléfonos celulares, ordenadores o máquinas de videojuegos. También se utilizan en misiles balísticos.
Cuendo el coltan comenzó a escasear en Australia, Brasil y Tailandia, la demanda provocada por el auge de los teléfonos celulares provocó la explotación ilegal de este mineral en África Central. En los últimos diez años, grandes multinacionales se disputan esta sustancia con el apoyo de aliados autóctonos.
En 1997 Ruanda y Uganda se lanzaron a la conquista de la República Democrática del Congo. En la actualidad, Ruanda, Angola y Burundi se disputan el territorio en una desvastadora guerra que cuenta con el apoyo de EEUU y se financia con el FMI, el Banco Mundial y grandes empresas. El saldo son cuatro millones de víctimas civiles, más de dos millones de desplazados y medio millón de refugiados.
En las minas del Congo, a cambio de diez dólares por kilo de mineral extraído, trabajan a diario más de veinte mil personas, entre ellas, presos a los que se le rebaja la condena. Y también niños, por constituir la mano de obra más barata. En cuatro años han muerto 3 millones de personas en las minas de coltan.
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Mientras tanto, por aquí no hay más empeño que tener el móvil de última generación más pijo y superchachi, que hace tonterías de todas clases y que tiene montones de jueguecitos, tías buenas, politonos y polichorras. Buen rollito, Borjamari.
En fin, hoy he perdido una pequeña batalla al consumismo. La tostadora de mis padres dejó de petar y, destornillador en ristre, me afané en repararla. Para probarla, se me ocurrió hacerme unas tostadas para cenar.
Resultado: las tostadas ardiendo. Y... y la tostadora también.
Qué vergüenza más grande
Bueno, al menos he inventado la tostadora suicida que se tuesta a sí misma.
Me acordé del día en que crucé el circuito de borrado de un magnetofón Ingra AM 60. Qué corrientón me llevé. Casi me borra a mí... En fin, al ser alta frecuencia, fue más bien calor lo que sentí. Y cabe suponer que la alta frecuencia es menos peligrosa que la baja. pero la verdad es que no me explico cómo despues de las burradas que he hecho, estoy vivo para contárselo a ustedes. Y que no escarmiento, oigan.
En fin, año nuevo, tostadora nueva.
Saludos.
