UN CURIOSO JUGUETE: TOCADISCOS MÁGICO

Las viejas máquinas cantaoras de cuerda. Y, por qué no, sus parientes más cercanos, como las pianolas, las cajas de música, el Herophon...
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UN CURIOSO JUGUETE: TOCADISCOS MÁGICO

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Larsen - Vie Mar 30, 2007 9:52 pm
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Una vez compré en un mercadillo un extraño disco single con curiosas particularidades: un segundo agujero al borde de la etiqueta, velocidad de 78 rpm (rara para un sencillo) y surco ancho del tipo N, a pesar de ser un vinilo de 1961. Se trata del cuento de Blancanieves y los 7 enanitos. Después de oírlo con un Dual 295 e imaginar un poco, supuse que pertenecería a algún juguete parlante de reproducción mecánica. No iba yo muy desencaminado. Se trata de un reproductor de cartón, el cual amplifica directamente las vibraciones de una agujita que se apoya en el surco.Hace poco descubrí este video publicitario de TV en Youtube. Véanlo y desvelarán el misterio de ese segundo agujero...

[youtube][/youtube]

Aunque ese juguete se denomina "tocadiscos", he incluido esta entrada en la sección de gramófonos porque, ciertamente, se trata de un gramófono de reproducción mecánica.
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Germanio - Vie Abr 06, 2007
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Re: El libro que habla

Pues ¿qué hay que decir de éste?:

http://www.coleccionfb.com/D39.JPG

Se trata de un juguete de concepción similar, ya que es un aparato con forma de libro, que contiene, además del cuento impreso, ¡nada menos que un tocadiscos-gramófono con su disco de 17 centímetros y el sistema de reproducción mecánica!. El disco, al igual que el que describes y se puede ver en Youtube, está grabado a 78 rpm, con surco ancho, disponiendo de un segundo agujerito excéntrico por el que se introducía un punzón de madera que venía con el equipo. Una especie de bastidor de cartón con una rejilla que simulaba un altavoz, contenía una lámina de cartón que servía de membrana o diafragma, a cuya parte inferior íba acoplado un portaagujas que sostenía por medio de un tornillo, al igual que los diafragmas de los gramófonos, una aguja de acero que se apoyaba sobre el disco siguiendo el surco.
Al hacer girar el disco en el sentido normal, esto es, en el de las agujas de un reloj y más o menos a la velocidad adecuada, se iniciaba la reproducción del cuento, con gran entusiasmo por parte del felíz niño que tenía la suerte de que su papá le hubiera comprado éste libro parlante.
Ni que decir tiene, que si puedo describir este aparato es porque yo tuve uno de ellos allá por mis tres años, o sea, en el 64 más o menos (yo no soy como las folklóricas, que se callan la edad, jajjajajaaaaaa). La lástima es que, entonces uno no tenía el concepto que hoy tiene de la conservación del patrimonio fonográfico, permitiendo ello sacar la desafortunada conclusión de que el pobre libro acabó "devoraíco" y su conjunto reproductor, e incluso el disco, se perdieron hace muuuuchos años sin remedio. Pero era un placer darle vueltas y vueltas al punzón y escuchar aquello de: "Laaaa cigggaaaaaarra y la hooooormiga..." en la cara 1, o "El buuuuurro flautiiiiiistaaaaaaa" con el consiguiento lloro, fluctuación y trémolo inherente al torpe giro manual de la placa gramofónica, además de lo raquítico de la banda pasante, con su sonido entre chillón y cucurucho de altramuces o chufas envuelto en papel de estraza. ¡Pero sonaba, qué leches ya!, jaaaaaaaaajjaja.
Hoy día, en una época en que los críos de 5 años ya tienen el MP3, el iPod y hasta el móvil de última generación, éste juguetito puede parecer tosco, rudimentario y rupestre, pero era todo un logro, pues representaba la posibilidad de que con tres, cuatro o cinco años, conocieras de primera mano los fundamentos básicos de la reproducción sonora, con un disco, una agujilla de acero y cuatro cartones, de la forma mas sencilla y sin tanta tecnología de por medio. Entonces sabíamos que el disco sonaba porque su surco hacía vibrar a la aguja y que ésta, a su vez, transmitía su vibración a aquél sencillo "altavoz" puramente acústico y mecánico. Ahora los chavales -e incluso muchos mayores- ignoran de la forma más olímpica cuales son los principios técnicos que hacen que suene un CD, un MP3 o cualquier otro sistema, pues a fuerza de verlo día a día, lo dan como algo ya hecho y superado, sin considerar todo el esfuerzo de inteligencia, diseño y puesta a punto experimental que hay detrás de todo el proceso y que rige cualquier realización técnica que llega comercialmente hasta a la vida diaria.
¡Qué pena, de verdad no haber conservado, al menos el disco, para poder copiarlo a cinta magnetofónica y así preservar su registro sonoro para muchos años, incluso transcribiéndolo también a CD!.
73 de Germanio.
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Larsen - Sab Abr 07, 2007
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Otro tocadiscos mágico. Éste anuncia un producto para la conjuntivitis y la otitis. Si actualmente existieran, anunciarían Viagra (con efectos de sonido incluidos, jejejeee...).

[img]http://img124.imageshack.us/img124/6489/pfizerax4.jpg[/img]

http://www.grammofoon.com/Diversen/novelty.htm
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