DISTORSIÓN Y AMPLIFICADORES DE VÁLVULAS EN CONTRAFASE

Las señales pequeñitas suministradas por las fuentes han de ser convertidas en grandes. No es tarea fácil, aunque a veces se piense lo contrario. Los ecualizadores y otros procesadores de señal también tienen su lugar aquí.
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DISTORSIÓN Y AMPLIFICADORES DE VÁLVULAS EN CONTRAFASE

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Larsen - Jue Dic 13, 2007
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Solo unas pequeñas reflexiones:

Lo que se pretende en los montajes con un par de válvulas conectadas en contrafase (push-pull), es que la distorsión producida por cada una de ellas, así como el rizado procedente de la fuente de alimentación, sea igual en ambas pero en oposición de fase. Al restarse mutuamente estas señales indeseables en el transformador de salida, obtendremos una señal limpia, réplica fiel de las señales aplicadas en la entrada. Por tanto, en el secundario sólo aparecerá de cada válvula la semionda libre de distorsión; la otra, generadora de segundo armónico, queda eliminada.

Para lograr esta simetría en el funcionamiento de las válvulas, hay que polarizarlas a sus puntos óptimos de trabajo con igual simetría. Solo de esta manera lograremos que desaparezcan los armónicos generados por ellas (casi toda su distorsión es del segundo armónico), quedando solamente una pequeña aportación del tercer armónico (la distorsión de las válvulas es casi nula en armónicos de orden superior). Esto es deseable cuando de un amplificador hi-fi se trata. Alta fidelidad es, entre otras cosas, baja distorsión.

De ahí que se aconseje el empleo de válvulas apareadas, provenientes de una misma serie, de forma que las tolerancias de cada válvula sean lo más parecidas posible a las de su hermana. Esta simetría también es exigible en el transformador de salida, pero esto queda ya a merced del cuidado que haya puesto el fabricante en su elaboración. Esta precisión requerida aumenta el precio de estos transformadores, de por sí caros.

No tiene cabida, por tanto, ajustar la polarización de las válvulas auditivamente. Los puntos óptimos de trabajo se consideran durante el diseño del amplificador, y al experimentar el equipo en el laboratorio, se busca el mejor compromiso posible entre potencia y distorsión que cabe esperar de las válvulas y topologías que se empleen. En estas investigaciones es imprescindible disponer de las rectas de carga de las válvulas utilizadas, siendo especialmente estudiada la gráfica de rectas que relacionan Vp e Ip.

En resumen, es deseable que los amplificadores comerciales se acompañen de las instrucciones de ajuste y un pequeño medidor, ya que estas alineaciones son críticas. Un mal ajuste no solo va a elevar fuertemente la distorsión; si se obliga a la placa a disipar más potencia de la debida, la válvula envejecerá prematuramente e incluso se dañará.

Hay diversas maneras de montar en el circuito los potenciómetros de ajuste, pero la idea es hacer pareja la corriente en cada placa. Es habitual encontrar un ajuste para cada válvula, pero en algunos modelos también puede haber un potenciómetro común a cada pareja de cátodos. Esto es así porque la resistencia de cátodo es uno de los factores que determinan la corriente de placa. A veces puede incluso existir un ajuste de ganancia del paso excitador, a fin de compensar las diferencias en el coeficiente de amplificación de las válvulas de potencia.

En algunos amplificadores es posible seleccionar dos modalidades de funcionamiento: en configuración triodo, o bien en pentodo ultralineal. De ahí que en estos modelos haya unos conmutadores junto a las válvulas finales. La elección dependerá de las prestaciones que busquemos del equipo. El modo triodo da una distorsión reducida, pero una potencia de salida apurada, ya que los triodos presentan bajos valores de sensibilidad y rendimiento. Trabajar en pentodo permite aumentar el vatiaje, pero a costa de una distorsión mayor. Sin embargo, es frecuente que en esta última configuración el equipo trabaje en paso de salida ultralineal. Esto significa que las rejas pantalla no se conectan directamente a la alta tensión, sino a unas tomas del primario de salida. Normalmente, cada pantalla queda unida a un 43% del número de espiras del primario, empezando a contar desde la toma central de alta tensión. De esta forma se mejora parcialmente el problema de la distorsión de los pentodos sin renunciar a su alto rendimiento. Cuando se trabaja en modo triodo, el conmutador corta estas conexiones del primario y une cada reja pantalla a su placa.
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