Dolby NR ¿merece la pena o no?

De hilo, de bobina abierta, de cassette... El fascinante mundo de la grabación magnetofónica.
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Dolby NR ¿merece la pena o no?

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Yo mismo propio - Dom Feb 04, 2007
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Hola:

Los que no disponemos de magnetófono de bobinas, nos tenemos que conformar con grabar cassettes, es lo que hay, ahora la pregunta:

¿Merece la pena utilizar los reductores de ruido Dolby B o C que equipan las pletinas?

Hago grabaciones con Dolby y sin el y lo que noto es que con el Dolby, aunque el ruido de fondo disminuye apreciablemente, se come bastantes agudos y el sonido pierde brillo, sobretodo con el Dolby C.

¿Qué opináis de esto?

Un saludo
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Larsen - Mie Feb 07, 2007
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Este es un tema que tenía pensado tratarlo en profundidad, con gráficos, curvas y demás. Lo haré más adelante, aunque te anticipo que lo que comentas no ha de pasar. De hecho, en los estudios de grabación se usan las versiones Dolby A y SR, que hacen una codificación aún más dura. Lo bueno que tienen los reductores analógicos complementarios (o sea, que codifican en la grabación y decodifican al leer) es que actúan sobre el ruido sin mutilar la señal, al contrario que los digitales. El problema puede deberse a que estés utilizando cintas de calidad insuficiente (las que están fabricando actualmente dejan bastante que desear en su mayoría) o a que las cabezas estén sucias. Si tu platina tiene ajuste fino de Bias, prueba a ponerlo un poco bajo al grabar. Haz pruebas: coge una buena cinta (en las tiendas Lidl quizás encuentres cintas Maxell del tipo II, y baratas) y haz una grabación con el B. Léela sin desactivar el B y comprueba si el nivel de altas frecuencias es correcto. Haz la misma prueba con el C. A ver si lo que te está pasando es puramente subjetivo: como el B produce en la grabación un realce de las frecuencias altas, al reproducir sin él no estás aplicando la decodificación correspondiente para volver a una respuesta plana. Estás oyendo agudos en exceso, y eso puede llegar a ser gratificante para el oído. Si al final optas por grabar con Dolby y reproducir sin él, utiliza siempre el B, ya que está diseñado para ser compatible con los equipos que no tienen Dolby. El C no es compatible, por lo que una cinta grabada con C y reproducida sin él produce una desagradable deformación de amplitudes y un molesto ruido de fondo. En cualquier caso, anota en la cinta el reductor que utilizaste (B, C o ninguno) para saber siempre cuál es la manera correcta de reproducir; una cinta grabada con B no puede leerse con C, y lo contrario tampoco.

Espero haberte aclarado algo. Como ya te digo, cuando tenga un rato me pongo con el tema, que es de los largos.
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Yo mismo propio - Mie Feb 07, 2007
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Problema solucionado, Larsen :D , eran las cintas TDK estas que venden ahora que no valen ni para calzar la mesa :lol: . He grabado algunas cosas con unas Basf (no Emtec) del año maricastaña que tenía por ahi en el ''stock'' y todo va como es debido. Prefiero grabar con el B, ya que es mejor para reproducir en otros aparatos que no tienen Dolby o tan sólo tienen el B.

Gracias por tu interés y un saludo
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C-111 - Jue Dic 13, 2007
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Hola
Se me ocurre una pregunta al tema, que por cierto es de esas cosas que te planteas pero nunca llegas a operativizar:
¿Qué Dolby utilizan las pletinas con tres lustros a sus espaldas? ¿Ese dolby es de la misma calidad?
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Larsen - Jue Dic 27, 2007
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Esto es algo que tengo pendiente de comentar para más adelante, pero de momento te adelanto algo:

Todos los sistemas Dolby son del tipo complementario, es decir, actúan codificando durante la grabación y decodificando durante la lectura, que es cuando aparece el ruido. Se basan en crear una componente diferencial, basada en las características de nivel y frecuencia de las señales de entrada. Esta componente diferencial se suma al registro, de forma que ciertas señales, las más débiles, serán realzadas en nivel, lo que las alejará del ruido al reproducir. Durante la lectura, esta señal diferencial se resta de la señal reproducida, recobrando así sus niveles originales, y reduciéndose el ruido de fondo (este último no fue acentuado durante la grabación).

El primer reductor de ruido creado por Dolby Laboratories fue el sistema Dolby A, desarrollado en 1966 por Ray M. Dolby, y empleado en estudios profesionales de grabación. Este sofisticado sistema separa el espectro de frecuencias en cuatro bandas y trata de forma independiente cada una de ellas. La mejora que aporta en la relación señal-ruido es de 10 dB por debajo de los 5 KHz. Por encima de esta frecuencia, la relación señal-ruido aumenta de forma gradual hasta una mejora de 15 dB desde los 15 KHz.

Poco después, a principios de los 70, apareció la versión simplificada Dolby-B para equipos domésticos de carrete y cassette, así como las primeras cassettes grabadas de origen con este sistema. La idea en el Dolby B es la de reducir la parte más molesta del ruido, es decir, el soplo de altas frecuencias. Así, su efectividad comienza a partir de 1 KHz, de forma que la relación señal-ruido mejora en 3 dB a 600 Hz, 6 dB a 1,2 KHz, 8 dB a 2,4 KHz y 10 dB a partir de los 5 KHz. Es un sistema muy válido para música ligera, pero algo insuficiente para la clásica, pues en los pasajes pianissimo se sigue percibiendo el soplo, aunque atenuado. Por contrapartida, tiene sobre las versiones de Dolby que aparecieron después, la ventaja de ser compatible con los equipos que no disponga de sistema Dolby. O sea, una cinta grabada con Dolby B puede ser también tocada en equipos que no dispongan de él. Todo lo que puede pasar es que la reproducción aparezca ligeramente excedida de agudos, lo que se soluciona fácilmente girando a la izquierda el correspondiente mando de tono; con esta acción, también atenuaremos el soplo. Esta compatibilidad ha hecho que sea el sistema adoptado por las compañías editoras de cintas grabadas, cuando su producto incluye reductor de ruido.

Sobre 1980 nace el sistema Dolby C, también para cassette, y con una mayor efectividad que el anterior. Comienza a actuar sobre el ruido a partir de 150 Hz, es decir, actúa sobre un espectro de frecuencias de ruido mayor que el B. Además, emplea 10 dB de compresión más que el B en el margen de 2 y 8 KHz. Es también capaz de reducir la distorsión por intermodulación, y dispone de una red antisaturación. Todo ello permite realizar grabaciones de gran calidad en cassette, obteniéndose una elevada relación señal-ruido y un amplio rango dinámico. Tiene el inconveniente, eso sí, de que las cintas grabadas con Dolby C solo pueden ser leídas correctamente por equipos que también disponga de él.

Poco después fue lanzado el sistema Dolby HX-PRO. No es un reductor de ruido, aunque aprovecha las señales de control de los anteriores, lo que hace barata su aplicación. Es muy empleado en platinas de la gama media, ya que elimina las limitaciones de estas en la grabación de frecuencias agudas. Este sistema vigila en todo momento la señal de entrada, de forma que cuando hay que grabar una frecuencia aguda, reduce instantáneamente el nivel de premagnetización para un mejor registro de la señal. Este ajuste dinámico de la corriente de premagnetización, se gradúa automáticamente dependiendo del nivel y la frecuencia a registrar (el sistema también actúa sobre la ecualización). Las mejores platinas, al no tener estas limitaciones en el registro de agudos, prescinden de este sistema, ya que puede producir una ligera distorsión de las frecuencias graves que se graben en el momento de bajar esta corriente de premagnetización (de todas formas, el sistema no llega a reducir tanto esta corriente como para que la distorsión sea notable).

Por último, en 1986 se comercializa el Dolby Spectral Recording (SR) para estudios profesionales. Un sistema muy sofisticado a partir del cual surgió el Dolby S, para cassette. Su acción se basa en profundos estudios sobre psicoacústica, y recurre a conceptos como el tratamiento mínimo de la señal (sólo actúa sobre aquellas señales cuyo nivel se encuentre realmente en una zona molesta de ruido), control dinámico de la modulación (atenuación variable dinámicamente, no fija, según las características de la señal entrante), control de antisaturación (ya existente en el C, pero ahora más sofisticado), supresor de sobreimpulsos y otos controles de los que algún día tendremos que hablar. Abarca un mayor espectro de ruido que las versiones anteriores, comenzando a actuar a frecuencias más bajas. La relación señal-ruido mejora en 10 dB a 100 Hz y 24 dB a 5 KHz. La distorsión en armónicos impares también se reduce notablemente. El tercer armónico se reduce a 51,2 dB para una señal de 200 Hz registrada a 0 dB.
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C-111 - Vie Ene 04, 2008
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Cada día me sorprendes más con tus conocimientos y falta de pereza para ponernos a todos en antecedetes, gracias Larsen. Tengo más cosas que preguntar sobre el asunto. Cuando desmenuce bien el contenido de lo que explicas lanzaré alguna preguntilla pendiente sobre pletinas. De nuevo gracias.
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