Qué semanita llevo...
- Forrellat
- Socio Conspirador peligrosillo
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- Registrado: Dom Abr 14, 2013 5:11 pm
Qué semanita llevo...
Soy viejo. Y es muy doloroso. Soy viejo y me he dado cuenta por varios motivos. Lo primero de todo es que me duele un hombro. El derecho. Bien, hasta ahí, normal. Le puede pasar a cualquiera: una lesión jugando a Volley, haciendo escalada, bailando el tango… Vamos, las cosas que hace James Bond. Pero es que a mí me duele porque sí, sin más. ¡Que yo no he hecho nada, de verdad! Una mañana me levanté y me dolía un poco. Y al cabo de unos días, más. ¿Qué raro, no? Pero es que llegó el momento en que enjabonarme la cabeza bajo la ducha era un calvario. Que yo tenga una cabeza como para tres pescuezos también contribuye, claro, pero oye, la misma cabeza tenía a los 20, a los 30, a los 40… y no había problema.
En fin, que me voy al médico, que eso ya es de viejos. ¡Y pido “la vez”!, que eso ya es la ostia. Y una señora que se me acerca:
- Usted, ¿para qué hora tiene?
- Yo, para ahora.
- ¿Y detrás de quién va?
- Pues eso pregunto, que quién está el último
- Usted, que acaba de llegar
Ja, ja, ja. Unas risas de todos los viejos hijos de p… que estaban por allí, y que creo que están empadronados en el ambulatorio, porque siempre están. ¿Cómo he podido picar en algo tan viejo? Y se ve que a los nuevos, los putos viejos, se lo hacen siempre, en plan ceremonia de entrada en la congregación, o similar. Los odio tanto…
- Vamos, vamos, no se preocupe, que es que es fácil despistarse… Mire, va detrás de aquel señor, el de la boina.
- Gracias (La odio tanto…)
Al final, entro. El médico me mira como si se mirase la suela después de haber pisado eso que dejan los perritos por la calle, y me dice: Artrosis.
Vamos, que no suena a viejo, ¿no? Yo creo que me dice “lepra”, y no me hundo ni la mitad. Artrosis. Tócate los cojones. ¿De eso no fue de lo que murió Matusalén?
Pero hay que confirmar, y me manda a hacer una radiografía. Me pido hora. Para el miércoles.
El miércoles voy, con mi petición, muda limpia (señores, es el médico, y uno puede tener doscientos años, pero hay consejos maternos que jamás se olvidan) y mi tarjetilla del seguro.
En el mostrador me dice la administrativa:
- Pues no le veo por aquí, señor Forrellat (mentira, me llamó por otro nombre, que es el que uso en la vida civil, pero así no confundís personajes)
- Pues tengo que estar, porque yo a usted sí que la veo. (Ja, ja, ja. ¿Quién sabe ahora encajar una broma, eh?)
- Me refiero en la lista.
- Pues mire en la tonta (Sí, yo también me di cuenta de que me estaba viniendo muy arriba, pero era como cuando empiezas a imitar un acento, ¿sabes?, que luego quieres dejarlo, pero no puedes… )
- Pues no aparece
- Pues (mordiéndome los nudillos, para intenta hablarle en serio) no lo entiendo; me dieron hora para hoy, miércoles.
- Ah, pero es que es para el miércoles de la semana que viene, señor Forrellat (subiendo mucho el tono de voz, pero sin acritud, como se le habla a un señor mayor que no oye, o que es medio lelo, como yo en ambos casos)
- Pues, pues… (to rojo, yo), pues, perdone, me habré confundido, yo… yo…
- NADA, NADA, SEÑOR FORRELLAT, VUELVA USTED LA SEMANA QUE VIENE, ¿VALE? Y NO SE OLVIDE DE TRAER LA PETICIÓN, ¿VALE?
Hundido, ni los buenos días le di. Me marché arrastrando los pies, como el puto viejo que soy. Y dos días sin salir de casa. Pero al tercero, las circunstancias mandan. Necesito sacar dinero de una libreta (¡¡¡Sí, soy tan viejo que uso la libreta en lugar de la tarjeta, ¿qué pasa?!!!!) y me voy al cajero: “Esta libreta está agotada, pase por su oficina para que le hagan una nueva”. Bueno… Le puede pasar a cualquiera, ¿no?
Entro en la oficina. Hay mucha gente. Pido “la vez”. Una señora mayor, sospechosamente familiar, me pregunta:
- Usted, ¿detrás de quién va?
¡Dios mío, está volviendo a empezar! Miro a mi alrededor. Todos son viejos. Yo diría que los mismos del ambulatorio. ¿Es posible?, ¿habéis visto el Show de Truman?
Al final me toca.
- Hola, mire, que he ido a sacar dinero, y se me ha acabado la libreta.
- Pues yo aquí no le puedo dar, porque se nos ha estropeado la máquina.
- Bueno, pero me puede hacer una libreta nueva, ¿no?
- Sí, no se preocupe. Y luego, si quiere, le acompaño al cajero, por si no sabe cómo va, para sacar.
¡¡¡¡Me quiere acompañar al cajero, por si no sé cómo va!!!! ¡Qué humillación! Señora, por favor!!! ¿Qué no ve que llevo tejanos, bambas y una camiseta “cásual”, del Pull And Bear?
Vale, de acuerdo. Del Decathlon. ¡Vale, está bien!, del Carrefour. ¡De acuerdo, hijos de p…! ¡Del mercadillo! ¿Estáis ya contentos?
Es lo de menos. Lo importante, lo que me hundió hasta profundidades que ni sospechaba que existían, es que en un arrebato de amor propio, saqué pecho, levante orgullosamente la barbilla, y le dije, muy clarito:
- No se preocupe, que yo sé sacar dinero del cajero.
¡Toma ya! Como quien dice: Tengo tres carreras, y la más floja es de ingeniero aeronáutico.
Qué vergüenza. “Yo sé sacar del cajero”. Y esto es lo más “joven” que se me ocurrió decirle a la…
Vamos, que me vine sin la pasta, porque no me había dado cuenta, y me había dejado en casa “las gafas del cerca”. Y miré la hora que era. Y el calendario. Y mi equipillo de música, vintage, pero que tiene menos años que yo. Y me fui hundiendo en el sofá, hasta acordarme de todos vosotros, que sé que algunos sois de mi quinta, o incluso mayores, y mira, algo me consoló, para qué os voy a engañar.
Así que ¡felices fiestas, feliz salida del 2017 y mejor entrada en el 2018!
Porque nunca volveremos a ser tan jóvenes como lo somos hoy.
FELICIDADES Y GRACIAS, ABUELETES!!!
En fin, que me voy al médico, que eso ya es de viejos. ¡Y pido “la vez”!, que eso ya es la ostia. Y una señora que se me acerca:
- Usted, ¿para qué hora tiene?
- Yo, para ahora.
- ¿Y detrás de quién va?
- Pues eso pregunto, que quién está el último
- Usted, que acaba de llegar
Ja, ja, ja. Unas risas de todos los viejos hijos de p… que estaban por allí, y que creo que están empadronados en el ambulatorio, porque siempre están. ¿Cómo he podido picar en algo tan viejo? Y se ve que a los nuevos, los putos viejos, se lo hacen siempre, en plan ceremonia de entrada en la congregación, o similar. Los odio tanto…
- Vamos, vamos, no se preocupe, que es que es fácil despistarse… Mire, va detrás de aquel señor, el de la boina.
- Gracias (La odio tanto…)
Al final, entro. El médico me mira como si se mirase la suela después de haber pisado eso que dejan los perritos por la calle, y me dice: Artrosis.
Vamos, que no suena a viejo, ¿no? Yo creo que me dice “lepra”, y no me hundo ni la mitad. Artrosis. Tócate los cojones. ¿De eso no fue de lo que murió Matusalén?
Pero hay que confirmar, y me manda a hacer una radiografía. Me pido hora. Para el miércoles.
El miércoles voy, con mi petición, muda limpia (señores, es el médico, y uno puede tener doscientos años, pero hay consejos maternos que jamás se olvidan) y mi tarjetilla del seguro.
En el mostrador me dice la administrativa:
- Pues no le veo por aquí, señor Forrellat (mentira, me llamó por otro nombre, que es el que uso en la vida civil, pero así no confundís personajes)
- Pues tengo que estar, porque yo a usted sí que la veo. (Ja, ja, ja. ¿Quién sabe ahora encajar una broma, eh?)
- Me refiero en la lista.
- Pues mire en la tonta (Sí, yo también me di cuenta de que me estaba viniendo muy arriba, pero era como cuando empiezas a imitar un acento, ¿sabes?, que luego quieres dejarlo, pero no puedes… )
- Pues no aparece
- Pues (mordiéndome los nudillos, para intenta hablarle en serio) no lo entiendo; me dieron hora para hoy, miércoles.
- Ah, pero es que es para el miércoles de la semana que viene, señor Forrellat (subiendo mucho el tono de voz, pero sin acritud, como se le habla a un señor mayor que no oye, o que es medio lelo, como yo en ambos casos)
- Pues, pues… (to rojo, yo), pues, perdone, me habré confundido, yo… yo…
- NADA, NADA, SEÑOR FORRELLAT, VUELVA USTED LA SEMANA QUE VIENE, ¿VALE? Y NO SE OLVIDE DE TRAER LA PETICIÓN, ¿VALE?
Hundido, ni los buenos días le di. Me marché arrastrando los pies, como el puto viejo que soy. Y dos días sin salir de casa. Pero al tercero, las circunstancias mandan. Necesito sacar dinero de una libreta (¡¡¡Sí, soy tan viejo que uso la libreta en lugar de la tarjeta, ¿qué pasa?!!!!) y me voy al cajero: “Esta libreta está agotada, pase por su oficina para que le hagan una nueva”. Bueno… Le puede pasar a cualquiera, ¿no?
Entro en la oficina. Hay mucha gente. Pido “la vez”. Una señora mayor, sospechosamente familiar, me pregunta:
- Usted, ¿detrás de quién va?
¡Dios mío, está volviendo a empezar! Miro a mi alrededor. Todos son viejos. Yo diría que los mismos del ambulatorio. ¿Es posible?, ¿habéis visto el Show de Truman?
Al final me toca.
- Hola, mire, que he ido a sacar dinero, y se me ha acabado la libreta.
- Pues yo aquí no le puedo dar, porque se nos ha estropeado la máquina.
- Bueno, pero me puede hacer una libreta nueva, ¿no?
- Sí, no se preocupe. Y luego, si quiere, le acompaño al cajero, por si no sabe cómo va, para sacar.
¡¡¡¡Me quiere acompañar al cajero, por si no sé cómo va!!!! ¡Qué humillación! Señora, por favor!!! ¿Qué no ve que llevo tejanos, bambas y una camiseta “cásual”, del Pull And Bear?
Vale, de acuerdo. Del Decathlon. ¡Vale, está bien!, del Carrefour. ¡De acuerdo, hijos de p…! ¡Del mercadillo! ¿Estáis ya contentos?
Es lo de menos. Lo importante, lo que me hundió hasta profundidades que ni sospechaba que existían, es que en un arrebato de amor propio, saqué pecho, levante orgullosamente la barbilla, y le dije, muy clarito:
- No se preocupe, que yo sé sacar dinero del cajero.
¡Toma ya! Como quien dice: Tengo tres carreras, y la más floja es de ingeniero aeronáutico.
Qué vergüenza. “Yo sé sacar del cajero”. Y esto es lo más “joven” que se me ocurrió decirle a la…
Vamos, que me vine sin la pasta, porque no me había dado cuenta, y me había dejado en casa “las gafas del cerca”. Y miré la hora que era. Y el calendario. Y mi equipillo de música, vintage, pero que tiene menos años que yo. Y me fui hundiendo en el sofá, hasta acordarme de todos vosotros, que sé que algunos sois de mi quinta, o incluso mayores, y mira, algo me consoló, para qué os voy a engañar.
Así que ¡felices fiestas, feliz salida del 2017 y mejor entrada en el 2018!
Porque nunca volveremos a ser tan jóvenes como lo somos hoy.
FELICIDADES Y GRACIAS, ABUELETES!!!
Rompo cosas
- pepito
- Socio de cuidado. MUY PELIGROSO
- Mensajes: 8365
- Registrado: Mié Ene 12, 2011 6:55 am
- Ubicación: Valencia
Yo pido cita aquí en casa y no es con el ordenador que tardaaaaa hasta aburrirte, con una app para el teléfono.
Y claro que están abonadas al médico las abuelas, van todos los días. El otro día le decía una a otra (en el médico)
¿Qué te pasó ayer Enriqueta, que no te ví? Es que estaba mala y no vine.
Saludos
Y claro que están abonadas al médico las abuelas, van todos los días. El otro día le decía una a otra (en el médico)
¿Qué te pasó ayer Enriqueta, que no te ví? Es que estaba mala y no vine.
Saludos
- Adve
- Socio Conspirador peligrosillo
- Mensajes: 949
- Registrado: Mié Feb 22, 2012 10:10 am
- Ubicación: En un lugar de la Mancha ( Albacete)
- AntonioII70
- Socio Conspirador peligrosillo
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- Registrado: Mié Ago 16, 2017 9:23 pm
- Ubicación: Córdoba
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- Socio Conspirador peligrosillo
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- Registrado: Dom Abr 06, 2008 7:31 pm
- Ubicación: Valencia y Soria.
Una amiga Japonesa que venía de Londres acabó en Génova en lugar de Gerona.AntonioII70 escribió:No te preocupes por lo del olvido del día de la cita. Una noche me llamaron al hotel donde trabajo para decirme que un cliente que esperaba para esa noche se había equivocado y en vez de Córdoba (España) había ido a parar a Córdoba (Argentina) y no es broma.
Este mensaje estéreo puede ser también reproducido en un foro monoaural.
Turntables for dummies 1-Pulido de tapa de metacrilato.
Turntables for dummies 1-Pulido de tapa de metacrilato.
- casito
- Socio de cuidado. MUY PELIGROSO
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- Registrado: Jue Jul 08, 2010 11:03 pm
y a mi el hijo de su madre me manda un circuito lb1270 en vez de 1720 con las consecuencias de tiempo, que no es a la vuelta de la esquina el hijo de su put.... que es de los EEUU
"Si deseas que alguien te haga un trabajo, pideselo a quien esté ocupado; el que está sin hacer nada te dirá que no tiene tiempo"
Una de dos:
o no me hacen caso cuando los mando allí, o en Tomar por el Cul... me están mandando a la gente de vuelta.
Una de dos:
o no me hacen caso cuando los mando allí, o en Tomar por el Cul... me están mandando a la gente de vuelta.
- pepito
- Socio de cuidado. MUY PELIGROSO
- Mensajes: 8365
- Registrado: Mié Ene 12, 2011 6:55 am
- Ubicación: Valencia
El que tiene boca se equivoca. Y el que tiene GPS también.AC/DC escribió:Una amiga Japonesa que venía de Londres acabó en Génova en lugar de Gerona.AntonioII70 escribió:No te preocupes por lo del olvido del día de la cita. Una noche me llamaron al hotel donde trabajo para decirme que un cliente que esperaba para esa noche se había equivocado y en vez de Córdoba (España) había ido a parar a Córdoba (Argentina) y no es broma.
Los que se habrán caido a un pantano o a un barranco por seguirlo.
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- Socio peligroso e inquietante
- Mensajes: 4421
- Registrado: Dom Jun 03, 2012 8:24 pm
Ayer mismo, sin ir mas lejos... en mi barrio se cayó en medio de la acera un hombre ya muy mayor. Lo levantaron entre dos vecinos, y lo metieron dentro de la sucursal de la Caja de Ahorros, para que se sentara y se recuperara. Uno de los "samaritanos" fué a casa de la hija (casi al lado) y le dijo: "Que tu padre se ha caido, y está en la caja". Manda "guebos"...