Larsen - Vie Feb 09, 2007
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Antes de que Philips presentara en 1963 su popular “Compact Cassette”, otros fabricantes ya habían diseñado modalidades de cinta magnetofónica en cartucho o cargador, a la vista del éxito obtenido por estos sistemas en fotografía y cinematografía “amateur”. La industria del automóvil también puso su atención en estos cargadores, ya que suponían un interesante complemento al clásico autorradio. En USA ya se habían puesto en práctica algunos cargadores para el automóvil, como el “Lear Jet” y el “Fidelipack”, pero al ser de cinta sin fin, no resultaron muy prácticos para efectuar grabaciones domésticas.
En 1958 la RCA presenta, a la par de sus discos “Living Stereo”, su sistema de cinta encapsulada, de cuya forma nos da una idea esta imagen.
[img]http://img258.imageshack.us/img258/1985 ... ca1tz5.jpg[/img]
El sistema utilizaba cinta de ¼ de pulgada que avanzaba a 9,5 cm/s y estaba previsto para la grabación estereofónica. Es decir, poseía unas características similares a la de cualquier equipo medio de carrete abierto de la época, pero con la comodidad que supone el disponer la cinta encerrada en un cartucho. Y al tratarse de dos bobinas coplanarias, se evitaban los inconvenientes de los sistemas de cinta sin fin. Pero a pesar de sus buenas cualidades técnicas fracasó en el mercado: era un cartucho demasiado grande. Tomando la idea, otros fabricantes como Saba, CBS y DC Internacional, presentaron cartuchos más pequeños con cinta de ¼ ó 1/8 de pulgada. Pero fue Philips, basándose en el cartucho de RCA, la que alcanzó el éxito mundial con su Compact Cassette, presentado en la Feria de Berlín de 1963. La firma holandesa había descuidado ciertos aspectos técnicos que presentaba el original de RCA, como el mecanismo de bloqueo de los carretes cuando el cartucho no está en uso. Pero era un cartucho pequeño y práctico, y la política de concesión de licencias a otros fabricantes no tuvo precedentes. Pocos años después, algunos fabricantes japoneses, con Nakamichi a la cabeza, perfeccionarían el sistema hasta lograr que alcanzara la categoría de alta fidelidad.
Este es un video correspondiente a la promoción que en 1958 hizo la RCA de su cartucho, antecesor del cassette.
[youtube][/youtube]
Y en en este otro video, mucho más reciente, un coleccionista de magnetófonos y antiguos equipos de sonido nos hace una demostración del funcionamiento de una versión portátil del producto.
[youtube][/youtube]
Espero que os guste 8)
EL "CASSETTE" RCA DE 1958
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Mensaje del foro anterior
Analizando el invento...
Germanio - Lun Mar 12, 2007
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Bueno, pues después de haber visto el publi-reportaje de la época y haber escuchado los comentarios del locutor (se entienden bastante bien), uno saca en conclusión:
1º Que cada cartucho dá para una hora de reproducción en estéreo y dos horas de grabación y/o reproducción en mono, empleando cinta de 6,3 mm (1/4 de pulgada), que se desplaza a 9,5 centímetros por segundo (3 3/4 de pulgada).
2º Que el sistema es de cuatro pistas entrelazadas, dos a dos, igual que el inventado por Telefunken dos años antes, para los magnetófonos de bobina abierta. ¿Comprarían los derechos a la casa alemana?.
3º Que teniendo en cuenta los datos anteriormente citados, se deduce que el cartucho en cuestión está cargado con 180 metros de cinta que proporciona la duración citada de unos 30 minutos sin interrupción por pase de toda la bobina.
4º Que para que tal longitud de cinta quepa en el interior del cartucho, ésta debía ser de al menos, doble duración para reducir el tamaño del rollo, el cual, aún no teniendo bobina o carrete en sí, ocuparía lo suyo.
5º Que por lo que se deduce, los magnetófonos preparados para éste sistema de "cassette", además de ser, lógicamente de válvulas, sólo estaban preparados para la estereofonía en reproducción, pues cuando habla de los tiempos de grabación sólo se refiere a monoaural. Además, el locutor lo deja bien claro, que en la "home recording", o sea, en la grabación casera (cuando el magnetófono funcionaba como grabador), el tiempo se duplicaba, al poder usar sucesivamente las cuatro pistas, una tras otra, exactamente igual que con un magnetofón convencional de bobinas de cuatro pistas, cuando se trabaja con él en mono y se registra pista tras pista, conmutando entre los dos entrehierros de la cabeza.
Es evidente, que ésto simplifica el diseño del circuito al no precisar amplificadores dobles para la grabación.
6º Que éste sistema de cassette ya venía preparado, tanto para la inversión de sentido de marcha de la cinta, como para el cambio de "cara" en la colocación del cartucho en el aparato, al ser aquél totalmente simétrico (como después sería también el cassette de Philips).
7º Que hubo dos generaciones de aparatos; una más primitiva con paro automático pero sin inversión automática de marcha y una más moderna con inversión de sentido totalmente automática al finalizar el pase de la bobina completa.
Conclusiones:
Por las características inherentes del diseño, tales como la velocidad de desplazamiento, anchura de las pistas en la cinta, grosor tanto del soporte como de la capa de óxido, se presupone que su calidad debió ser mayor, al menos, en orígen, que el sistema de cassette de Philips, que se contenta con una velocidad de 4,75 cm/seg (1 7/8 de pulgada) y un ancho total de la cinta de 3,81 mm.
En un determinado plano corto de las imágenes, se aprecia que el magnetofón éste, llevaba dos cabrestantes operando simultáneamente; no sé si ambos estarían embragados a la vez con el rodillo presor correspondiente, o solo el del sentido de avance correcto, aunque ambos parecen girar en el mismo sentido, pero no se puede apreciar bien, debido a la escasa resolución y reducida tasa de imágenes por segundo de éstos vídeos reconvertidos a baja banda.
Respecto al coste, el locutor deja bien claro que una bobina de 18 centímetros cargada con cinta para un tiempo de reproducción estéreo de 45 minutos, (540 metros de cinta de larga duración, a 19 centímetros por segundo, o sea, 7 1/2 pulgadas, y en estéreo de dos pistas), costaba como tres "elepés", mientras que el cartuchito de marras sólo lo que uno, dando una hora en estéreo (dos medias horas) y dos en mono (cuatro medias horas).
En definitiva, éste parece que fué un buen sistema, al menos y sobre el papel, con prestaciones de calidad similar a un magnetófono de bobina abierta, aunque por supuesto, menos versátil que éste.
No sé por qué, la Philips se encabezonó en hacer un cartuchillo tan chiquitajo y no meterle cinta de 1/4 marchando a 3 3/4, como la RCA, pues el sistema "Musicassette" ya nació capado desde un origen. ¿Sería por que ya les daba miedo lo de la posible e hipotética piratería?, jaaaaaaaajajjaajaja.
Y además, como se vé, el invento éste, no era solo de la RCA, sino que estaba "La voz de su amo" o sea, la EMI, detrás del meollo.
¡¡¡Y es que luego, las discográficas se quejan del pirateo, cuando son tan gilipollas que son ellos mismos los que inventan los nuevos formatos para grabación doméstica, aún a sabiendas de que ello les vá a reportar una reducción en las ventas de discos grabados!!!. Si es que no escarmientan, aunque por mí, que les vayan dando...
73 de Germanio.
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Bueno, pues después de haber visto el publi-reportaje de la época y haber escuchado los comentarios del locutor (se entienden bastante bien), uno saca en conclusión:
1º Que cada cartucho dá para una hora de reproducción en estéreo y dos horas de grabación y/o reproducción en mono, empleando cinta de 6,3 mm (1/4 de pulgada), que se desplaza a 9,5 centímetros por segundo (3 3/4 de pulgada).
2º Que el sistema es de cuatro pistas entrelazadas, dos a dos, igual que el inventado por Telefunken dos años antes, para los magnetófonos de bobina abierta. ¿Comprarían los derechos a la casa alemana?.
3º Que teniendo en cuenta los datos anteriormente citados, se deduce que el cartucho en cuestión está cargado con 180 metros de cinta que proporciona la duración citada de unos 30 minutos sin interrupción por pase de toda la bobina.
4º Que para que tal longitud de cinta quepa en el interior del cartucho, ésta debía ser de al menos, doble duración para reducir el tamaño del rollo, el cual, aún no teniendo bobina o carrete en sí, ocuparía lo suyo.
5º Que por lo que se deduce, los magnetófonos preparados para éste sistema de "cassette", además de ser, lógicamente de válvulas, sólo estaban preparados para la estereofonía en reproducción, pues cuando habla de los tiempos de grabación sólo se refiere a monoaural. Además, el locutor lo deja bien claro, que en la "home recording", o sea, en la grabación casera (cuando el magnetófono funcionaba como grabador), el tiempo se duplicaba, al poder usar sucesivamente las cuatro pistas, una tras otra, exactamente igual que con un magnetofón convencional de bobinas de cuatro pistas, cuando se trabaja con él en mono y se registra pista tras pista, conmutando entre los dos entrehierros de la cabeza.
Es evidente, que ésto simplifica el diseño del circuito al no precisar amplificadores dobles para la grabación.
6º Que éste sistema de cassette ya venía preparado, tanto para la inversión de sentido de marcha de la cinta, como para el cambio de "cara" en la colocación del cartucho en el aparato, al ser aquél totalmente simétrico (como después sería también el cassette de Philips).
7º Que hubo dos generaciones de aparatos; una más primitiva con paro automático pero sin inversión automática de marcha y una más moderna con inversión de sentido totalmente automática al finalizar el pase de la bobina completa.
Conclusiones:
Por las características inherentes del diseño, tales como la velocidad de desplazamiento, anchura de las pistas en la cinta, grosor tanto del soporte como de la capa de óxido, se presupone que su calidad debió ser mayor, al menos, en orígen, que el sistema de cassette de Philips, que se contenta con una velocidad de 4,75 cm/seg (1 7/8 de pulgada) y un ancho total de la cinta de 3,81 mm.
En un determinado plano corto de las imágenes, se aprecia que el magnetofón éste, llevaba dos cabrestantes operando simultáneamente; no sé si ambos estarían embragados a la vez con el rodillo presor correspondiente, o solo el del sentido de avance correcto, aunque ambos parecen girar en el mismo sentido, pero no se puede apreciar bien, debido a la escasa resolución y reducida tasa de imágenes por segundo de éstos vídeos reconvertidos a baja banda.
Respecto al coste, el locutor deja bien claro que una bobina de 18 centímetros cargada con cinta para un tiempo de reproducción estéreo de 45 minutos, (540 metros de cinta de larga duración, a 19 centímetros por segundo, o sea, 7 1/2 pulgadas, y en estéreo de dos pistas), costaba como tres "elepés", mientras que el cartuchito de marras sólo lo que uno, dando una hora en estéreo (dos medias horas) y dos en mono (cuatro medias horas).
En definitiva, éste parece que fué un buen sistema, al menos y sobre el papel, con prestaciones de calidad similar a un magnetófono de bobina abierta, aunque por supuesto, menos versátil que éste.
No sé por qué, la Philips se encabezonó en hacer un cartuchillo tan chiquitajo y no meterle cinta de 1/4 marchando a 3 3/4, como la RCA, pues el sistema "Musicassette" ya nació capado desde un origen. ¿Sería por que ya les daba miedo lo de la posible e hipotética piratería?, jaaaaaaaajajjaajaja.
Y además, como se vé, el invento éste, no era solo de la RCA, sino que estaba "La voz de su amo" o sea, la EMI, detrás del meollo.
¡¡¡Y es que luego, las discográficas se quejan del pirateo, cuando son tan gilipollas que son ellos mismos los que inventan los nuevos formatos para grabación doméstica, aún a sabiendas de que ello les vá a reportar una reducción en las ventas de discos grabados!!!. Si es que no escarmientan, aunque por mí, que les vayan dando...
73 de Germanio.